Influencia de las condiciones edafoclimáticas en los procesos erosivos y de revegetación en los suelos del trópico húmedo.

El hombre como ningún otro organismo sobre la tierra no solo actúa sobre la cobertura vegetal, sino también altera la corteza terrestre. Con el desarrollo de herramientas el hombre inició una serie de grandes modificaciones o cambios del paisaje, naturalmente las posibilidades de modificar la fis...

Descripción completa

Detalles Bibliográficos
Autor Principal: Díaz Diez, Cipriano Arturo
Formato: Capítulo de libro (Book Chapter)
Lenguaje:Español (Spanish)
Publicado: ‎‎Corporación colombiana de investigación agropecuaria - AGROSAVIA 2019
Materias:
Acceso en línea:http://hdl.handle.net/20.500.12324/35622
Descripción
Sumario:El hombre como ningún otro organismo sobre la tierra no solo actúa sobre la cobertura vegetal, sino también altera la corteza terrestre. Con el desarrollo de herramientas el hombre inició una serie de grandes modificaciones o cambios del paisaje, naturalmente las posibilidades de modificar la fisiografía de la corteza terrestre son mayores a partir de la era industrial donde se dio inicio al uso de maquinaria pesada para remover grandes cantidades de suelo. Cuando el hombre actúa como fuerza geológica, suele ser de forma indirecta, modificando o eliminando la vegetación, los resultados pueden ser destructivos (erosión del suelo, desertización o inundaciones), aunque también crea medios estables y muy productivos. En el sudeste Asiático, por ejemplo, hay campos en terrazas, que según los arqueólogos, han venido utilizándose continuamente desde hace cinco a seis mil años. Por otro lado, en las praderas Norteamericanas, unos pocos años de cultivo intensivo en clima seco provocaron los desastres del "dustboul" en la década de los años treinta, cuando el viento arrancó todo el suelo y se lo llevó dejando una gran pradera infértil. Amplias zonas fértiles en torno a los ríos Tigris, Eufrates e Indo que durante varios siglos (XXVIII al VI A.C) alimentaron grandes civilizaciones como la Indu, la Caldea, la Asiría, y la Babilónica, son hoy yelmas o están inundadas o excesivamente salinizadas por el uso de métodos de cultivo poco prudentes. La modificación de la cobertura vegetal conlleva a cambios en el ciclo hidrológico que, a su vez, puede causar cambios en el paisaje.