| Sumario: | La agricultura tradicional se caracteriza por presentar problemas no sólo de baja producción por área sino bajos niveles de empleo y bajos niveles de vida para los operadores rurales, sin embargo, su importancia radica en que de este sector provienen las dos terceras partes de la producción nacional. Dentro de las prácticas tradicionales en el cultivo del maíz, los agricultores de este sector no emplean fertilizantes ni controlan malezas o lo hacen en muy baja escala, las variedades utilizadas no son mejoradas y resultan ineficientes como productoras de materia seca en el grano. La aparición de la agricultura moderna originó cambios socio-económicos de magnitud y trascendencia incalculables, modificando en algunos aspectos, especialmente lo relativo al proceso productivo y uso de la tierra en algunas regiones del país, la estructura agraria que regía 20 años atrás, aproximadamente. Se puede afirmar que mientras el sector de agricultura tradicional ha aumentado su producción en los últimos 20 años en un 50 por ciento, el sector moderno lo ha triplicado. Se incluyen cifras de costos con sus respectivas restricciones de absolutismo, pero que permiten establecer comparaciones muy generales en un cultivo de la importancia económica como el maíz, entre sistemas de producción y, entre zonas, cuando se analiza únicamente el sector tradicional
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