Ecofisiología en frutales de clima frío moderado.

Factores como temperatura, radiación solar, altitud, régimen hídrico, humedad relativa, suelo y viento determinan la ecofisiología de los frutales de clima frío moderado, a su vez, la variación de las plantas a estos factores depende de la constitución genética de las mismas. La temperatura incide s...

Descripción completa

Detalles Bibliográficos
Autor Principal: Fischer, Gerhard
Formato: Desconocido (Unknown)
Lenguaje:Español (Spanish)
Publicado: CDTF 2018
Materias:
Acceso en línea:http://hdl.handle.net/20.500.12324/16773
Descripción
Sumario:Factores como temperatura, radiación solar, altitud, régimen hídrico, humedad relativa, suelo y viento determinan la ecofisiología de los frutales de clima frío moderado, a su vez, la variación de las plantas a estos factores depende de la constitución genética de las mismas. La temperatura incide sobre la velocidad de los procesos fisiológicos, siendo las To más bajas, al final del ciclo, las óptimas para mantener la calidad del fruto en poscosecha. La radiación solar, al activar la fotosíntesis, determina el suministro de fotoasimilados a la planta y la pigmentación del fruto. La altitud determina velocidad de crecimiento de la planta y afecta tamaño y grosor de las hojas. El agua, a través de la precipitación, humedad relativa del aire y contenido de agua del suelo, está estrechamente relacionada con la actividad metabólica de la planta influyendo marcadamente en el transporte de nutrientes, estructura y turgencia de la planta, el rajado del fruto, ocurre principalmente por alta disponibilidad de agua en el suelo. En casi todas las especies vegetales, una humedad relativa de entre 60 y 80 por ciento, es el nivel recomendable para asegurar la adecuada transpiración y los procesos de polinización. La sequía prolongada afecta gravemente el crecimiento, la producción y calidad del fruto. Los suelos sueltos, profundos, de textura franca, con alto contenido de materia orgánica, entre otras cualidades, garantizan el crecimiento y desarrollo óptimo del frutal. Vientos de poca intensidad fomentan la polinización anemófila y refrescan las hojas, pero las corrientes eólicas de mayor intensidad causan estancamiento del crecimiento, roturas de hojas y ramas y el doblamiento de los árboles