Importancia de los metabolitos secundarios de plantas y hongos en las enfermedades de las plantas.

Los procesos que siguen al encuentro de un hongo fitopatógeno con su hospedero potencial son extraordinariamente complejos. Las especies fuera del rango de hospederos deben ser descartadas inmediatamente y los hospederos potenciales deben ser escogidos coincidiendo con el correcto estado de desarrol...

Descripción completa

Detalles Bibliográficos
Autor Principal: Tapiero Ortíz, A.L.
Formato: Artículo (Article)
Lenguaje:Español (Spanish)
Publicado: ‎‎Corporación colombiana de investigación agropecuaria - AGROSAVIA 2018
Materias:
Acceso en línea:http://hdl.handle.net/20.500.12324/16566
Descripción
Sumario:Los procesos que siguen al encuentro de un hongo fitopatógeno con su hospedero potencial son extraordinariamente complejos. Las especies fuera del rango de hospederos deben ser descartadas inmediatamente y los hospederos potenciales deben ser escogidos coincidiendo con el correcto estado de desarrollo durante el cual estos son vulnerables. Independientemente del hábito de crecimiento del patógeno (necrotrófico o biotrófico), el proceso de infección debe ser operado con base en el tiempo. La germinación y el desarrollo de las unidades infectivas mientras el hospedero esta desplegando sus mecanismos de defensa llevarían al patógeno a su desaparición. De alguna manera, la unidad infectiva del patógeno debe reconocer a su hospedero, eludir las barreras iniciales de defensa e iniciar el proceso de infección. Las condiciones ambientales juegan un papel importante durante el intercambio hospedero-patógeno. La germinación de la unidad infectiva es determinada por el ambiente y debe coincidir con el momento mas adecuado para alcanzar el sitio de penetración. El proceso ulterior induce un delicado sistema de intercambio de señales físicas y químicas entre la unidad de germinación y la epidermis del hospedero potencial. Una vez ocurrida la penetración, el patógeno procede a ubicar las vías y a desarrollar los medios adecuados para llegar hasta las células apropiadas para su desarrollo, bien sea disolviendo enzimáticamente la pared celular del tejido del hospedero o generando la turgencia necesaria para penetrar la epidermis, el patógeno se disemina intra o extracelularmente hasta alcanzar las células de donde derivara su sustento, causando la infección. Durante el proceso de infección, el hospedero desplegará mecanismos pasivos y activos de defensa.;Mecanismos pasivos como barreras físicas o configuraciones especializadas en el tejido epidermal, o la presencia de compuestos fito-patogénicos en las células sujetas a la invasión son comunes entre las plantas. Respuestas activas incluyen la producción de sustancias fungi-toxicas al encuentro con patógenos potenciales, producto de metabolismos primarios y secundarios. Se han estudiado diferentes compuestos desarrollados tanto para el ataque del patógeno, como para la defensa del hospedero. Algunos de ellos son únicos entre ciertos géneros, especies, variedades, formas y aún cepas específicas en plantas y hongos. El hecho de no ser esenciales para la vida de las plantas y de los hongos en general, les ha valido su denominación de secundarios. Su extraordinario papel en el conjunto de procesos que gobiernan las relaciones hospedero-patógeno ha sido demostrada en varios sistemas en particular y esta revisión se propone, con ejemplos, demostrar su importancia para el mejor entendimiento de las enfermedades de las plantas.