Respuesta de cultivares de mango (Magnifera indica L.) a la antracnosis en la Costa Atlántica colombiana.

Para contrarrestar el efecto limitante de la antracnosis (Colletotichum gloeosporiodes (Penz.) Penz. 1 Sacc.) en los huertos de mango es necesario, entre otras medidas de manejo, utilizar cultivares que presentan cierto grado de tolerancia o resistencia a esta enfermedad fungosa. Por lo tanto, es ne...

Descripción completa

Detalles Bibliográficos
Autor Principal: Paéz Redondo, Albert Rafael
Formato: Artículo (Article)
Lenguaje:Español (Spanish)
Publicado: ‎‎Corporación colombiana de investigación agropecuaria - AGROSAVIA 2018
Materias:
Acceso en línea:http://hdl.handle.net/20.500.12324/16444
Descripción
Sumario:Para contrarrestar el efecto limitante de la antracnosis (Colletotichum gloeosporiodes (Penz.) Penz. 1 Sacc.) en los huertos de mango es necesario, entre otras medidas de manejo, utilizar cultivares que presentan cierto grado de tolerancia o resistencia a esta enfermedad fungosa. Por lo tanto, es necesario ampliar la evaluación de cultivares para encontrar aquellos que puedan ofrecer mayores alternativas de control a los productores. Para el efecto se realizó un estudio en el Centro de Investigación (C.I.) Caribia de la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuarioa - Corpoica, ubicado en el corregimiento de Sevilla, municipio de Ciénaga, departamento del Magdalena, Colombia, durante los primeros semestres de 1992,1993 y 1994 (cosecha principal en la Región Caribe). Allí se evaluaron 11 variedades en 1992, 14 en 1993 y 15 en 1994, con un diseño estadístico completamente al azar con, 3 repeticiones, y tomando 3 plantas como unidad experimental. Los parámetros evaluados fueron incidencia y severidad de la enfermedad, y para ello se realizaron lecturas semanales. Los análisis estadísticos mostraron diferencias altamente significativas entre los tratamientos, se destacaron los cultivares Vandyke y Kent en 1992, Tommy Atkins, Keit y Candyke en 1993, y Tommy Atkins, Keit, Early Gold, James Saigon y Vandyke en 1994, por ser los menos suceptibles a la enfermedad