Sumario: | La dinámica económica de la ganadería se caracteriza por la presencia de dos tipos de fluctuación. Una de ellas tiene período anual y amplitud variable, ya que depende de la oportunidad e intensidad de las lluvias. Estas determinan en la
mayor parte del país dos períodos húmedos al año. Las lluvias recuperan los pastos, permitiendo una mejor alimentación del ganado, y por eso la oferta de animales gordos aumenta de mayo a julio y de octubre a diciembre; pero de otra parte, elevan el riesgo de morbilidad y plagas, por lo cual los ganaderos procuran que los nacimientos coincidan con el final de la época seca. Este es apenas el
comportamiento medio, sujeto a variaciones regionales por muy diversas causas y, sobre todo, al albur del clima.
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