Sumario: | El edificio, proyectado para el Campus María Zambrano de la Universidad de Valladolid, se emplaza en la periferia del centro histórico de Segovia, como una obra completamente respetuosa con su entorno. Los paramentos del proyecto se definen por los bordes del solar que ocupa, imitando la manera como se ha ido construyendo el centro histórico de la ciudad. Las fachadas se descompusieron como recurso compositivo para asemejar la escala doméstica de sus edificios vecinos además de permitir la adecuada iluminación de los espacios interiores, vinculándolos con el paisaje urbano y sus hitos. Los autores le dan una gran importancia a la articulación de paramentos y el valor de las esquinas. A pesar de ser un edificio de alta complejidad, el punto de partida se basa en la sencillez de los principios fundamentales generadores de la forma en la disciplina para hallar soluciones eficaces a los distintos problemas que debe resolver.
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