Sumario: | En los últimos cuatro años la Red Internet, de manera asombrosa, pasó de ser una zahurda de datos destinada únicamente al envío de mensajes y la exposición de páginas, a convertirse en un ciberespacio social, en donde se intercambian bienes, servicios y conocimiento; se desarrollan relaciones afectivas, laborales y de fraternidad; se crean modelos de comportamiento y de negocio; y se comparten los recursos de información del orbe. En ese nuevo mundo digital habitan entidades de software capaces de actuar de manera autónoma representando nuestros intereses y motivaciones. Estos otro yo electrónicos serán los responsables de la próxima revolución de la Red, y tendrán un profundo impacto en nuestro estilo de vida. En este artículo se presenta una revisión del tema, junto con una discusión acerca de su importancia y sus perspectivas.
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