Las medidas adoptadas por el estado colombiano tendientes a lograr la erradicación de los cultivos ilícitos
Actualmente, Colombia es el primer productor mundial de coca con 86.300 hectáreas y el primer productor de amapola del hemisferio occidental con aproximadamente 5.000 hectáreas. El Área reportada por nuestro proyecto SIMCI en el núcleo de la Sierra es de 759 hectáreas a Diciembre 31 de 2003....
Autor Principal: | |
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Otros Autores: | |
Formato: | Trabajo de grado (Bachelor Thesis) |
Lenguaje: | Español (Spanish) Español (Spanish) |
Publicado: |
Universidad Libre
2014
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Materias: |
Sumario: | Actualmente, Colombia es el primer productor mundial de coca con 86.300 hectáreas y el primer productor de amapola del hemisferio occidental con aproximadamente 5.000 hectáreas. El Área reportada por nuestro proyecto SIMCI en el núcleo de la Sierra es de 759 hectáreas a Diciembre 31 de 2003. Tanto los cultivos ilícitos como las políticas en contra de las drogas tienen efectos sobre el medio ambiente. Los primeros efectos ambientales de los cultivos ilícitos comienzan con la tala y quema de bosques primarios tropicales, con el consecuente agotamiento de las fuentes de agua y afectación de la biodiversidad. La pérdida ambiental excede el área de cultivo, pues se estima que por cada hectárea de coca se tienen que destruir 2 has de bosque y para una hectárea de amapola destruir 2.5 de bosque andino. Se estima que más de 2.100 has de bosque son destruidas anualmente en la producción y erradicación de cultivos ilícitos. Parte de la producción de los cultivos también es nociva, por el uso de fertilizantes, pesticidas y productos químicos que se derraman o cuyos residuos son desechados en los ríos o absorbidos por el suelo. Aunque es importante anotar que el primer impacto de los cultivos ilícitos sobre el medioambiente es ocasionado por los desplazamientos de personas a zonas con vocación de reserva forestal o de parques naturales. |
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