Sumario: | Históricamente se ha reconocido la importancia de la educación en el desarrollo social, económico y político de una nación, de allí que diferentes países le apuesten a una educación de calidad como medio para alcanzar y mejorar la vida de sus habitantes, Colombia es uno de estos países que se ha propuesto ser el "mejor educado" de América Latina para el año 2025, tal meta trae consigo la responsabilidad de mejorar la calidad, igualdad y eficiencia del sistema educativo.
Es por esto que desde hace unas décadas el Estado se ha preocupado por atender las causas del fracaso escolar y ha enfocado sus esfuerzos en la prevención de dichas problemáticas desde diversos programas educativos que se enfatiza en la búsqueda de una solución para este problema, algunos de ellos son: la jornada única, con la cual se ha logrado la ampliación del periodo de tiempo de permanencia de los estudiantes en la escuela; Programa Todos a Aprender (PTA), que ha garantizado el ingreso al sistema desde edades más tempranas; y Supérate con el saber y ser pilo paga, con el que se garantiza la continuación hasta la educación superior, en particular, entre los más desfavorecidos. También se han hecho esfuerzos para mejorar la profesión docente otorgando créditos condonables que permiten la profesionalización y formación posgradual de los maestros.
“Estos son logros notables considerando los retos socioeconómicos y las disparidades regionales que enfrenta el país. Sostener este progreso será crucial para convertir en realidad las ambiciones de Colombia de ser el país mejor educado de América Latina” (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos –OCDE-,2016,p.3).
Sin embargo, aún falta mucho para encaminar las acciones hacia la meta propuesta, una de las principales preocupaciones es disminuir los casos de fracaso escolar, si bien este concepto aún no está claramente definido y ha sido debatido a nivel internacional por considerarse ambiguo, se pueden considerar tres manifestaciones que dan cuenta de la problemática, las cuales han sido expuestas y definidas por la OCDE de la siguiente manera:
La primera se refiere a los alumnos con bajo rendimiento académico, es decir aquellos que a lo largo de su escolarización no alcanzan un nivel de conocimientos mínimo. La segunda abarca a los alumnos que abandonan o terminan la educación obligatoria sin la titulación correspondiente. La tercera apunta a las consecuencias sociales y laborales en
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la edad adulta de los alumnos que no han alcanzado la preparación adecuada. Las tres tienen una estrecha relación aunque el momento en que se producen –durante la educación, al final de la misma o posteriormente– sea diferente y sus implicaciones por tanto, también. (Marchesi, 2003, p.7)
Es claro que atacar las anteriores manifestaciones es de vital importancia para el Estado, por tanto el principal paso que se dio al respecto, fue replantear un sistema de evaluación que permitió la promoción del 95% de la población estudiantil, lo cual sin duda aseguró un 5% de repitencia anual como máximo, esto fue solo una solución momentánea que resolvió el tema económico, más no el problema educativo de fondo y que deja de lado las manifestaciones uno y tres. Es precisamente la primera manifestación, estudiantes con bajo rendimiento académico la problemática actual motivo de la presente investigación.
En consecuencia, mejorar el rendimiento académico se ha convertido en el principal punto de partida para solucionar el problema del fracaso escolar, tanto así que la OCDE a partir del año 2000, ha venido implementando cada tres años el proyecto denominado Programa para Evaluación Internacional de Alumnos (PISA), el cual aplica un examen a los alumnos cuando llegan al final de la etapa de enseñanza obligatoria y cuyo objetivo es evaluar la formación de esta población que está a punto de integrarse a la educación superior y/o a la vida laboral, por esta razón, es “concebido como un recurso para ofrecer información abundante y detallada que permita a los países miembros adoptar las decisiones y políticas públicas necesarias para mejorar los niveles educativos” (OCDE, s.f, p.4).
Al analizar las posibles causas la OCDE afirma que un desempeño bajo en el colegio tiene consecuencias a largo plazo para el estudiante y la sociedad. Por esta razón, reducir el número de estudiantes de bajo rendimiento es una manera de mejorar la calidad del sistema educativo y su equidad, puesto que, por lo general, los jóvenes con resultados bajos asisten irregularmente a sus clases y provienen de familias con desventajas socioeconómicas.
Según el informe de los resultados de las pruebas PISA 2015, el Ministerio de Educación Nacional (2016), argumenta que Colombia entre el 2006 y 2015 mejoró los resultados, sin embargo “entre las 72 economías participantes, Colombia ocupó la posición 55 en lectura, 58 en ciencias y 62 en matemáticas, lo que evidencia que aún se encuentra
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con bajo rendimiento” (p.12) y que los esfuerzos por cambiar esta situación empiezan a dar resultados positivos.
Colombia por su parte, a través del Instituto Colombiano para la Educación Superior (ICFES), desde el año de 1965 ha venido implementado la prueba Saber a los grados 3°, 5°, 9° y 11°. Tales resultados
Valoran las competencias que han desarrollado los estudiantes, acorde con los estándares básicos de competencias establecidos por el Ministerio de Educación Nacional, que son los referentes comunes a partir de los cuales es posible establecer qué tanto los estudiantes, y el sistema educativo en su conjunto, están cumpliendo unas expectativas de calidad en términos de lo que saben y lo que saben hacer (ICFES, 2014, p. 9).
De acuerdo con el ICFES (2017), en cuanto a los resultados de las pruebas de gado 11, los estudiantes de instituciones públicas evidenciaron aumentos en el puntaje promedio de todas las cinco áreas, aunque no fue tan alto como en los estudiantes de los colegios privados. Lo anterior evidenica que en el sector público existen brechas muy amplias entre los aprendizajes de los estudiantes, es por esto que la gestión del colegio adquiere mayor relevancia en aras de mejorar el aprendizaje de los estudiantes dentro de un establecimiento.
La anterior situación es una característica general que se presenta en la mayoría de las instituciones educativas públicas del país y el colegio Santa Martha IED no es ajeno a esta problemática. Este colegio es una institución de carácter oficial, con código DANE N° 111001013935, fue fundada en el año 1968 durante el mandato presidencial de Carlos Lleras Restrepo y se encuentra ubicada en la calle 69 sur #1b-37 en la ciudad de Bogotá, dentro de la localidad 05 de Usme en la UPZ Gran Yomasa, donde se concentra la mayor cantidad de habitantes de la localidad. La población de esta zona está rodeada de factores ambientales contaminantes como: ladrilleras, relleno sanitario Doña Juana, canteras de extracción de minerales y la quebrada Santa Librada, los cuales afectan a la población en general, creando problemas de salud como cefaleas, infecciones respiratorias y gastrointestinales, alteraciones cutáneas y subcutáneas, lo cual repercute no sólo en la calidad de vida de los habitantes, sino también el rendimiento académico de los estudiantes
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dado a sus constantes indisposiciones de salud que les obstaculizan el normal desenvolvimiento de las clases y en algunos casos les impiden asistir regularmente a la institución. La población se encuentra estratificada con los niveles 1 y 2, lo cual permite establecer que en la localidad el promedio del ingreso per cápita es entre 1 y 3 SMLV.
El colegio es de carácter mixto y de acuerdo con el Sistema Integrado de Matrículas (SIMAT) para el año 2017, su población estudiantil es de 1120 estudiantes, de los cuales 600 son atendidos en la jornada mañana y están cursando desde el grado 4° hasta el grado 11°, y en la tarde se atienden los otros 520 estudiantes correspondientes a los grados preescolar y básica primaria hasta un curso del grado 4°. Para atender esta población el colegio cuenta con un grupo profesional conformado por 37 docentes, 3 directivos, 2 orientadores y 1 docente de apoyo pedagógico, que son educadoras especiales que apoyan los procesos de inclusión. El colegio se encuentra organizado curricularmente por cinco ciclos académicos conformados por los siguientes grados: I (preescolar, 1° y 2°), II (3° y 4°), III (5°,6° y 7°), IV (8° y 9°) y V (10° y 11°).
Para la presente investigación se toma como muestra el ciclo I, conformada por 4 docentes de nivel transición, 3 de grado primero y 3 de grado segundo, para una población total de 10 docentes directores de curso y 332 estudiantes cuyas edades oscilan entre los 5 y 7 años de edad, 2 directivos docentes, 1 docente orientadora, 1 docente de apoyo pedagógico y el rector.
La metodología de la presente investigación se enmarca en un enfoque mixto, porque se tratan los datos y se realizan interpretaciones de forma tanto cualitativa como cuantitativa, este proceso permite obtener los aportes de los dos enfoques, ya que:
En el campo educativo, la mejor manera de producir conocimiento será a partir del conocer, comprender e interpretar la realidad existente, la cual se puede abordar a través de un enfoque de investigación cualitativa, la cual permite interpretar con profundidad y detalle lo que está sucediendo con un objeto de estudio que parte de la realidad pero que dicha interpretación se hace de manera integral, donde el sujeto investigador hace parte del fenómeno u objeto que está estudiando (Portilla Chaves, Rojas Zapata, & Hernández Arteaga, 2014, p. 86) .
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Mientras que la parte cuantitativa tal y como lo plantea (Gloria, 2001, pág. 25), facilita el conocimiento de las tendencias de la realidad social, considerada como un hecho objetivo; mientras que cualitativa pretende captar la reflexión de los propios actores, sus motivaciones e interpretaciones. La combinación de las dos puede aportar una gran riqueza de interpretación, de tal forma que se pueda aprovechar lo mejor de cada modelo, para tener una visión más global y aproximada de la realidad.
De esta manera la realidad se define a través de las interpretaciones de los participantes en la investigación respecto de sus propias realidades. De este modo, convergen varias “realidades”, por lo menos la de los participantes, la del investigador y la que se produce en la interacción de todos los actores. Además, son realidades que van modificándose conforme transcurre el estudio y son las fuentes de datos. Es por esto que en este enfoque no se busca la comprobación de hipótesis, sino que se generan en el proceso a medida que se obtienen los resultados y se analizan, convirtiéndose en un resultado del estudio. Algunas técnicas para recolectar datos son la observación no estructurada, entrevistas abiertas, revisión de documentos, discusión en grupo, evaluación de experiencias personales, registro de historias de vida, e interacción e introspección con grupos o comunidades, las cuales permiten obtener datos de carácter descriptivo desde las perspectivas y puntos de vista de los participantes, aunque en algunos casos se hace necesario el conteo para dar cuenta de la información de forma más detallada y precisa.
En este caso se interpreta detalladamente lo que está sucediendo con el fracaso escolar, y cómo los docentes y directivos del colegio Santa Martha IED lo perciben desde sus concepciones para comprender y profundizar este fenómeno, explorándolo desde un ambiente natural y en relación con el contexto, entendiendo que son realidades que van modificándose conforme transcurre el estudio y que permite entender procesos, cambios y experiencias (Hernández, Fernández, & Baptista, 2010).
Es importante aclarar que aunque existen algunos datos cuantificables en el análisis del problema y de los resultados, los cuales son utilizados para la representación gráfica de la información, en la investigación predomina el enfoque cualitativo.
En concordancia con lo anterior se establece que el paradigma de investigación corresponde al socio-crítico. Éste se fundamenta en la autorreflexión crítica en los procesos
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del conocimiento, en tanto que éste se desarrolla mediante la construcción y reconstrucción sucesiva de la teoría y la práctica. Su finalidad es la transformación de las estructuras de las relaciones sociales y dar respuesta a determinados problemas generados por éstas, partiendo de la acción reflexión de los integrantes de la comunidad (Alvarado & García , 2008). A partir de la reflexión de los maestros de la institución, frente al problema del fracaso escolar se hace necesario un cuestionamiento sobre los procesos de seguimiento académico que realiza la institución, así como la responsabilidad de los maestros de aula para realizar las acciones correspondientes y brindar la información pertinente y veraz para tomar decisiones congruentes con las situaciones presentadas y lograr transformar realidades educativas a partir de una intervención oportuna.
De acuerdo a Fernández, Baptista, & Hernández (2010) el tipo de investigación es descriptiva “busca describir fenómenos, situaciones, contextos y eventos; esto es, detallar cómo son y se manifiestan”. Para esta investigación permite mostrar con precisión las propiedades, las características y los rasgos importantes del fracaso escolar en los estudiantes del ciclo I de la institución, y permite desde la realidad buscar alternativas de solución que apunte a la prevención del fracaso escolar desde la gestión por procesos.
Por lo anterior se tiene como referente el diseño metodológico de investigación acción (IA) ya que es una herramienta metodológica heurística para estudiar la realidad educativa, mejorar su comprensión y al mismo tiempo lograr su transformación orientada hacia el cambio educativo donde el docente investigador es sujeto activo en y de su propia práctica indagadora. Es así como la investigación acción es un proceso participativo y colaborativo de autorreflexión que permite la expansión del conocimiento práctico a un conocimiento crítico y teórico construido en la interacción con colegas y estudiantes que parte de la realidad y experiencias propias de la comunidad educativa, dando respuestas concretas a problemáticas propias de los sujetos, por tal motivo no se trata de problemas teóricos ni temas de interés exclusivos para los expertos, sino de un conocimiento más pedagógico, humano y social (Colmenares & Piñero, 2008).
Por lo tanto en la investigación acción el objeto de estudio obedece a actos educativos tal y como ocurren en los escenarios naturales, de allí que su finalidad es mejorar las acciones, implementar respuestas prácticas que permitan modificar tal
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situación, registrarla y sistematizarla con toda la información posible que se pueda recolectar, para lo cual se hace imprescindible la participación de los actores del proceso que para el caso corresponde a los docentes, estudiantes y padres de familia, puesto que se convierten en la principal fuente de información y a la vez son el medio que permite el cambio.
Para Urbano & Yunni (2006), la investigación acción debe darse en 3 fases denominadas: fase diagnóstica reflexiva, fase de construcción del plan de acción y la fase de transformación.
De esta manera la presente investigación inicia con la fase diagnóstica reflexiva, donde se mira al interior de la institución y se establecen las necesidades a mejorar, se elabora un diagnóstico a partir de la obtención de información a través de instrumentos de recolección de información que para el caso pueden ser cuantitativos y/o cualitativos, en este caso se acudió a dos encuestas, una con respuesta tipo likert y otra de respuesta cerrada, una entrevista, una encuesta con pregunta abierta, la revisión documental y grupos focales.
Al iniciar la revisión documental se halló que de acuerdo con las pruebas SABER 3° del año 2015, la población colombiana obtuvo como puntaje promedio 331 puntos de 500 en el área de matemáticas, lo cual la sitúa en el nivel satisfactorio bajo; este resultado comparado con el puntaje promedio institucional de 308 puntos, evidencia que el colegio Santa Martha se encuentra en el mismo nivel pero por debajo de la nación. En cuanto al área de lenguaje, el puntaje promedio fue de 325 puntos a nivel nacional, situándolo nuevamente en el nivel satisfactorio bajo; a nivel institucional, el puntaje promedio fue de 340 puntos lo que ubica a la institución en un nivel satisfactorio bajo por encima del puntaje promedio nacional (Ministerio de Educación Nacional (MEN), 2015), es evidente que los resultados
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