En la puerta de entrada a la cuarta revolución, la industria 4.0

Casi todos podemos recordar las clases de historia sobre la revolución industrial, aquel acontecimiento que, a mitad del siglo XVIII, marcó un antes y un después para toda la humanidad. Hubo un cambio en todo el planeta, sobre todo en el bienestar de las personas y la forma en que vivían. Las primer...

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Detalles Bibliográficos
Autor Principal: López Rivera, Luis Alejandro
Otros Autores: Montoya, Henry
Formato: Trabajo de grado (Bachelor Thesis)
Lenguaje:Español (Spanish)
Publicado: Administración de Empresas 2021
Materias:
Acceso en línea:http://hdl.handle.net/10654/38320
Descripción
Sumario:Casi todos podemos recordar las clases de historia sobre la revolución industrial, aquel acontecimiento que, a mitad del siglo XVIII, marcó un antes y un después para toda la humanidad. Hubo un cambio en todo el planeta, sobre todo en el bienestar de las personas y la forma en que vivían. Las primeras grandes ciudades aparecieron, pues la fuerza física de los hombres y animales estaba siendo remplazada por maquinas a vapor, que no se cansaban y eran mucho más fuertes. Esta fue solo la primera revolución industrial, pues un siglo más tarde, la industria volvería a cambiar el planeta con la llegada de la producción en masa; en donde las maquinas no solo eran parte de la empresa, sino que se convirtieron en un punto clave del proceso productivo, lo podemos ver reflejado en todo su esplendor con la producción en línea del modelo T de Henry Ford. El consumo en masa acababa de aparecer en la tierra, y ahora tener bienes que antes para muchos eran impensables de comprar, se había convertido en una realidad accesible, como tener un automóvil. Hace medio siglo, la humanidad desarrolló los primeros computadores y la industria volvió a tener una nueva revolución que cambio el mundo, ahora las empresas eran capaces de almacenar y procesar información a través de una máquina, además de la presencia de robots, que ya eran una realidad y que influyeron directamente al mercado laboral, pues estaban perfeccionando, mejorando y optimizando labores en las fábricas que realizaban los trabajadores, como pintar un auto. Con el tiempo se volvió normal que las personas en su hogar tuvieran un computador, que se convirtió en una herramienta fundamental para procesar y almacenar información. Hoy en día, en la segunda década del siglo XXI se está hablando de una cuarta revolución, la industria 4.0. La revolución de los datos, datos que han hecho posible que ahora veamos por todas partes sensores, tanto en los aparatos de nuestras casas, como en la calle, las empresas, las carreteras, en todas partes. Además, esto ha sido posible, por la capacidad de almacenar los datos recogidos por dichos sensores y datos general, de forma masiva, a muy bajo costo y además muy accesible desde la nube. Pero hay un punto en particular que genera gran expectativa, e incluso temor, la inteligencia artificial. Que se refiere según la RAE a “programas de computación diseñados para realizar determinadas operaciones que se consideran propias de la inteligencia humana, como el autoaprendizaje o el razonamiento lógico”. Por supuesto genera temor, sobre todo por la influencia de la ciencia ficción, como por ejemplo la película Terminator, pues, al imaginar que una maquina superará las capacidades de razonamiento e incluso de aprendizaje a las de un humano, los primeros comentarios e impresiones son de temor a que las maquinas remplacen a las personas en los trabajos, acaben con ciertos empleos o labores, e incluso temor a que las maquinas dominen el planeta. Con temor o sin temor, la revolución de los datos y la industria 4.0 son una realidad a la que muchos le ven cientos de problemáticas, como la desaparición de empleos; pero que, sin duda, trae un nuevo mar de posibilidades para el que debemos estar preparados, pues será necesario aprender y adaptarse, con nuevas habilidades en diferentes áreas de conocimiento como la gestión de proyectos, design thinking, robótica y big data entre otras.