| Sumario: | Los altos costos que implica el mantenimiento de las aeronaves tipo MI-17 del Ejército de Colombia, sumados al presupuesto destinado al alquiler de horas de vuelo de aeronaves de similar característica, presumen una falta de estrategia por parte del Estado para garantizar la optimización de los recursos.
Pese a que existen acuerdos de tipo técnico y militar entre el Gobierno Colombiano y la Federación de Rusia, estos no impactan en la División de Aviación del Ejército. Al parecer, tampoco existe conocimiento ni interés en el análisis de estos acuerdos como alternativa de solución a los problemas de adquisición de repuestos, reparación de componentes y desarrollo de la capacidad instalada que requiere la Aviación del Ejército.
La intermediación que ofrece la agencia estatal del Gobierno Ruso, ha presentado una serie de observaciones repetitivas a las continuas solicitudes y requerimientos de inconformidad de parte del Ejército.
El modelo actual de oficina-agencia de compras que posee el Ministerio de la defensa de Colombia en los Estados Unidos de América, ha demostrado resultados favorables para la Fuerza Aérea, siendo esta su beneficiario principal. Su fundamento legal está lo suficiente argumentado, y es de fácil entendimiento y aplicación en el caso de querer formar una organización similar en territorio extranjero, previos acuerdos y conciliación de las dos partes.
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