Sumario: | Hacia finales de la década de los años ochenta del siglo XX, nuevas realidades
comenzaron a ser objeto de análisis de académicos de la disciplina de las Relaciones
Internacionales. Teorías y modelos que se habían construido, enriquecido y
conceptualizado en décadas anteriores para dar respuesta a los hechos ocurridos y
servir de explicación al sistema internacional eran ahora insuficientes. En particular el
concepto de seguridad no lograba ajustarse a los nuevos actores y escenarios que
empezaban a surgir con fuerza y que necesitaban ser examinados. Por lo tanto la
noción necesitaba ser ampliada para que pudiera abarcar no solamente las cuestiones
militares y políticas tradicionales vistas a la luz del realismo como eje de la
seguridad, sino también otras como las económicas, las societales, las
medioambientales y la existencia y bienestar del individuo por encima de la
consideración primordial e indiscutida del Estado.
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