Sumario: | Para los amantes del buen fútbol, los ídolos siempre serán eternos. Esta es una realidad que queda inmortalizada en los archivos históricos deportivos, en las vitrinas donde reposan los títulos de los clubes de fútbol y en el aprecio de las hinchadas. Sin embargo, la otra cara de la moneda muestra que el balompié profesional, tarde o temprano, se acaba para el futbolista y, con ello, muchas veces llega el olvido. La carrera deportiva de un jugador de fútbol es tan corta y tan humana como para ser vulnerable a los errores, la vejez y los dolores. En ese preciso instante, cuando arriba el retiro, el futbolista colombiano comienza a transitar el camino de ser un ídolo del fútbol a convertirse en un ídolo de papel.
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