Sumario: | Las fracturas de cuello femoral y diafisiarias de forma aislada difieren epidemiológicamente en incidencia, mecanismo traumático y grupo etáreo. Su presentación conjunta refleja traumatismos únicos o múltiples de alta energía con trazo de fractura vertical o basicervical en el fémur proximal, factor que favorece un diagnóstico tardío y a su vez posibles complicaciones como necrosis avascular capital femoral. Su presentación ipsilateral fue descrita inicialmente en 1953 (1), con diferentes publicaciones posteriores que incluyen opciones de tratamiento no unificadas. Esta representa un reto para el ortopedista por la proximidad de las lesiones y la frecuencia del subdiagnóstico de la fractura proximal al centrar la atención en el trazo diafisiario. La incidencia de esta asociación reportada en la literatura varía entre 5-16% dato relacionado directamente con las herramientas diagnósticas que incluyen la radiología simple, con una sensibilidad entre 50-60%, la tomografía computada con sensibilidad mayor para el diagnóstico y finalmente la resonancia magnética como estándar de oro para evaluar fracturas ocultas (2-9). Se han descrito en la literatura diferentes métodos terapéuticos para estas lesiones los cuales no han evidenciado inferioridad entre sí al evaluar resultados. No se ha unificado un método específico para abordar estos pacientes. Dado el amplio rango de incidencia, el pobre consenso sobre el método diagnóstico y tratamiento, se realiza una revisión sistemática de alcance de la literatura que incluye series de casos, casos y controles, ensayos clínicos, revisiones sistemáticas y metanálisis de pacientes con fracturas ipsilaterales de cuello y diáfisis femoral para determinar incidencia, métodos diagnóstico y terapéuticos empleados.
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