Santiago Ramón y Cajal, neurocientífico y pintor

La vida de este extraordinario científico y pintor ha sido motivo de estudio por generaciones, pues fascinó la manera de poder unir armoniosamente sus pasiones. Santiago Felipe Ramón y Cajal, más conocido como don Santiago Ramón y Cajal (el don por un título de importancia de la época e y como una f...

Descripción completa

Detalles Bibliográficos
Autores Principales: Palacios-Sánchez, Leonardo, Vergara Méndez, Laura Daniela, Liévano, Juan Pablo, Guerrero, Alejandro
Formato: Artículo (Article)
Lenguaje:Español (Spanish)
Publicado: Asociación Colombiana de Neurología 2015
Materias:
Acceso en línea:https://repository.urosario.edu.co/handle/10336/25010
Descripción
Sumario:La vida de este extraordinario científico y pintor ha sido motivo de estudio por generaciones, pues fascinó la manera de poder unir armoniosamente sus pasiones. Santiago Felipe Ramón y Cajal, más conocido como don Santiago Ramón y Cajal (el don por un título de importancia de la época e y como una forma de darle renombre a sus apellidos), o referido por muchos simplemente como Cajal (por la sonoridad del apellido y la costumbre en España de utilizar el apellido materno). Nació en la provincia de Cataluña, primer hijo de la unión de Justo Ramón Casasús y Antonia Cajal Puentes. Su padre, médico del pueblo, vio en él un sucesor de la profesión, razón por la cual desde muy pequeño le exigió académicamente y le reprochó su fascinación por el arte. Su infancia fue marcada por múltiples sucesos que lo llevarían a tener un encanto por la naturaleza y querer plasmarla en sus dibujos. La influencia de su padre fue exitosa, ya que se convirtió en un prestigioso médico. Ansioso de conocer otros lugares y su sed de aventurero lo llevaron a viajar a Cuba para dar apoyo médico a las tropas españolas. A su regreso se encontró con múltiples oportunidades que forjaron su carrera como científico y le dieron solidez como persona. Se casó a la edad de 27 años con Silveria Fañanás, el motor de su vida y la madre de sus seis hijos. Su incansable curiosidad y su espíritu de pintor le permitieron describir y dibujar las células nerviosas de manera detallada, incluyendo su estructura magnífica y las relaciones de estas, comparándolas de manera muy acertada con la naturaleza, referidas por él mismo como El jardín de la neurología. Siempre fue un paisajista romántico, que se intrigó tanto de lo macro (con sus dibujos sobre la naturaleza y la anatomía), como de lo micro (la histología) (Figura 1).