Sumario: | A partir de la implementación del término "BRIC" por parte de Goldman
Sachs, Brasil, Rusia, India, China y posteriormente Sudáfrica han profundizado sus
relaciones y han adelantado un discurso de reforma de las instituciones de
gobernanza global para su adecuación a las nuevas realidades del milenio. Sin
embargo, este discurso ha venido acompañado de prácticas y de intereses que
contravienen con el mismo en la medida en la que el aumento de la influencia de
los miembros supone la competencia entre estos Estados y el choque de intereses.
En consecuencia, es posible observar que los BRICS, más que tender a la
constitución de un foro intergubernamental para la legitimación de reglas en el
Sistema Internacional, ha sido instrumentalizado por sus miembros para la
consecución de objetivos individuales y, por lo tanto, la posibilidad de que estos
Estados legitimen sus reglas se ve dificultada por sus mismas interacciones.
|