Sumario: | El 24 de noviembre de 2016, el Gobierno Colombiano y la guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia Ejército del Pueblo FARC-EP, suscribieron un acuerdo para finalizar el conflicto armado interno, adquiriendo obligaciones recíprocas, de una parte, el grupo subversivo, la dejación de las armas y de otra, el Gobierno, la implementación de un Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No repetición, para garantizar los derechos de las víctimas.
El Sistema lo integran componentes extrajudiciales y uno judicial, encargado de investigar y sancionar infracciones al Derecho Internacional Humanitario y violaciones a derechos humanos, denominado Jurisdicción Especial para la Paz.
Este artículo aborda tres aportes que el arte tiene en la labor que le fue asignada: el arte como prueba, el arte como complemento de las sanciones y la contribución del arte al objetivo restaurativo del Acuerdo de Paz.
Para ello, se estudia el régimen probatorio y sancionatorio del Acuerdo, desde el enfoque de justicia restaurativa, se conjuga con la metodología desarrollada en la serie pictórica La guerra que no hemos visto, que facilitó a ofensores acercarse a la pintura como forma de expresión, plasmar vivencias, retratar la guerra y crear un diálogo con el espectador.
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