Sumario: | La visión que el país posee sobre el sector minero ha sufrido
algunos cambios determinantes durante los últimos años, de ser considerado un sector, el cual se exhibía, sin
lugar a dudas, como un potencial aliado para el desarrollo
e inigualable abanderado de grandes programas en
campañas presidenciales, ha pasado a ser percibido por
cierto segmento de la opinión pública como una actividad
que, por lo menos, debe observarse con un mayor
detenimiento a la hora de valorar sus contribuciones. Al
mismo tiempo, se debe entrar a evaluar el fuerte vínculo
que ostenta esta actividad con una parte significativa del
territorio colombiano, en especial con las zonas apartadas
y que hacen parte de esa “otra Colombia” que mantiene
características propias de la ruralidad y que habitualmente
conserva vacíos relacionados con una falta de presencia
institucional. Es en este escenario que el texto entra a valorar
la apuesta por una posible reducción del conflicto
armado en el país, subrayando algunos de los efectos que
puede llegar a tener esta postura frente al aporte integral
(social, ambiental y económico) ofrecido por parte de un
sector determinante como el minero.
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